En 2012, Haifaa Al Mansour consiguió por primera vez los permisos necesarios para que una directora de cine pudiera grabar una película en Arabia Saudí. Aún así, los exteriores tuvo que hacerlos escondida en una furgoneta. En un país donde actualmente las mujeres no podían conducir, se permite el matrimonio concertado donde la novia es una niña, la religión dirige la vida de la población, las escuelas no son mixtas, en las fiestas familiares la mujer permanece en la cocina, no se le permite mostrar su rostro, ni cantar, ni ser vista por hombres que no son de su familia...; en este mundo, tan alejado del nuestro, pero que existe en la realidad, una niña no se rinde en su empeño de conseguir una bicicleta y poder montar libremente por la calle en compañía de su amigo Abdullah.
En 2012, Haifaa Al Mansour consiguió por primera vez los permisos necesarios para que una directora de cine pudiera grabar una película en Arabia Saudí. Aún así, los exteriores tuvo que hacerlos escondida en una furgoneta. En un país donde actualmente las mujeres no podían conducir, se permite el matrimonio concertado donde la novia es una niña, la religión dirige la vida de la población, las escuelas no son mixtas, en las fiestas familiares la mujer permanece en la cocina, no se le permite mostrar su rostro, ni cantar, ni ser vista por hombres que no son de su familia...; en este mundo, tan alejado del nuestro, pero que existe en la realidad, una niña no se rinde en su empeño de conseguir una bicicleta y poder montar libremente por la calle en compañía de su amigo Abdullah.
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